En el principio fue Norbert Wiener

Hace exactamente 4 años, uno de los textos que escribí para uno de los doctorados que no he acabado nunca empezaba con una cita de Norbert Wiener, el papá de un concepto fundacional de toda una forma de entender nuestra relación con la tecnología. Un concepto que hoy suena a pantallas negras, MS-DOS y web sin metalinks, pero que nos hizo soñar tanto y tan bonito. Me refiero a la cibernética. Ya sé, soy una romántica, venir con esto ahora que lo que mola son los fenómenos emergentes es un anacronismo. Me da igual (y además, lenguajes aparte, ambas cosas están muy relacionadas).

La referencia a Wiener la saqué de un texto de Xabier Barandiarán, que era uno de los miembros del difunto e irrepetible Metabolik, el laboratorio hacker de Leioa. Xabier hablaba también de Donna Haraway, su teoría del cyborg, la arquitectura de los protocolos de información y la textura inevitablemente política del código informático como una gramática, como un sistema de signos. El texto se titulaba “Activismo digital y telemático. Poder y contrapoder en el ciberespacio. v.1.1” y todavía es una lectura 100% recomendable (y no sólo con interés arqueológico). Digo esto porque el mundo del que hablo ya no existe, se lo han tragado la dos-punto-cero, las redes sociales y la democratización (sic) del acceso a la tecnología, pero lo que se decía y escribía en aquellos canales IRC y aquellas listas de correo, sigue siendo imprescindible para comprender con cierta profundidad eso que llamamos sociedad del conocimiento (ya he avisado que me iba a poner vieja rockera).


Era de esperar pero me ha emocionado igual: el capítulo 6º de “El Siglo de la Biotecnología” de Jeremy Rifkin está dedicado a la cibernética y en concreto al proceso de mimetización entre el lenguaje de los ordenadores y el de la biología. Ambos se crearon aproximadamente en la misma época y se inspiraban mutuamente. Si Internet, con sus ramificaciones mutantes e inteligencias conectadas, se parece tanto a un sistema vivo, es porque la cibernética como lenguaje surgió a la vez que las modernas teorías sobre el funcionamiento de los organismos. Las metáforas y las palabras utilizadas para explicar ambos fenómenos son contemporáneas.
En 1953, siete años después de que unos ingenieros pusieran en marcha el primer ordenador que funcionó en la Universidad de Pennsylvania -el ENIAC- James Watson y Francios Crick anunciaron que habían descubierto la doble hélice del ADN, abriendo así la puerta a los secretos del mundo interno de la biología. Con metáforas y expresiones tomadas del nuevo campo de la cibernética y de las ciencias de la información, aún en ciernes, hablaron de la naturaleza helicoidal de los genes como de un código, programado con una información química que había que descifrar.
Rifkin parece sugerir que la influencia fue unilateral, del lenguaje cibernético hacia el biológico. Personalmente lo dudo porque es imposible saber en qué momento histórico exacto se genera una idea y la forma de expresarla. Me parece más prudente pensar que simplemente ambos grupos de conceptos surgieron a la vez, influyéndose el uno al otro. En cualquier caso, es a partir de ese momento cuando empieza a arraigar la idea de que la realidad no es una concatenación lineal de sucesos causales (a provoca b) como se pensaba desde la Ilustración sino una interacción dinámica entre elementos cambiantes. Por primera vez se empieza a pensar el mundo como un conjunto de sistemas de flujos integrados, que es precisamente como funcionan los organismos vivos y los ordenadores.

En el caso de la biología, este nuevo universo semántico tuvo una consecuencia concreta, también de orden semántico, pero no sólo. Hasta entonces para describir la actividad de los organismos los biólogos hablaban de “comportamiento” pero a partir de la emergencia de la cibernética empezaron a hablar de “rendimiento”. La diferencia es notable: no es lo mismo decir que algo “se comporta de manera x” que decir que “tiene un rendimiento x”. Mientras que comportamiento es una palabra descriptiva, rendimiento (que viene de la ingeniería) es un término valorativo, que introduce un juicio en términos de eficacia.

¿A dónde voy? A raiz de Soft Power estoy leyendo muchos textos científicos. Y claro, lo hago desde una perspectiva que no es la del hombre de ciencias ortodoxo sino la de la crítica cultural. La ciencia está convencida de que su manera de contar el mundo es absolutamente objetiva. Ya sabemos que no, que los proyectos de investigación cuestan mucho dinero y que sólo por eso, la decisión de qué se investiga y qué no, y en qué dirección (para probar qué cosas) está muy condicionada por las fuentes de financiación. Si te paga Bayer, más te vale encontrar algo que pueda comercializar, por poner un ejemplo idiota. Sabemos que la ciencia tiene, como todos los campos de saber, su contexto histórico, social, ideológico.

Pero es que además está el problema del lenguaje. Sólo podemos pensar lo que podemos imaginar y sólo podemos imaginar a partir del sistema de representación que ya tenemos. Cuando leo textos científicos me sorprende la fé casi religiosa con la que usan las palabras, como si un término pudiera contener completamente la realidad a la que se refiere. Es un debate filosófico (y poético) antiguo, pero al parecer la mayoría de los científicos que van por ahí describiendo el mundo lo desconocen. El problema es que los hombres de ciencia tienen mucho más poder que los filósofos que, a lo sumo, acaban dando clases de metafísica o si tienen suerte y mucho empeño, escribiendo algún libro que sólo leerán sus compañeros.

El libro de Rifkin está muy bien como introducción al biotech. Contiene muchísima información útil sobre lo que se está haciendo ahora en los laboratorios y sobre la génesis de la mentalidad biotecno-determinista. Sólo le falla que el hombre es un conservador que tiene la desvergüenza de no citar ni una sola vez a Donna Haraway que, junto con Wiener, es la otra referencia de cabecera para pensar el nuevo cyborg. Es una pena. Y ahora sí, me voy a tomar una cerveza.

El dibujo es de Jon Mikel, el participante más joven del taller de ingeniería celular do it yourself que hicieron las subRosa en Soft Power.

El Nuevo Tempelhof



Ya he blogeado antes sobre el aeropuerto de Tempelhof, su historia, su cierre en octubre de 2008 y las acciones de protesta que reivindican el uso público de sus aproximadamente 300 hectáreas, un gigantesco espacio vacío al sur de Berlin. El pasado fin de semana, el folletín tuvo un nuevo capítulo, un capítulo histórico, anunciado, pero no por ello menos intrigante. Tempelhof, que desde el cese de sus actividades había permanecido cerrado excepto para algunos eventos puntuales, abría por fin la verja, transformado en un parque, según dicen, más grande que el mismísimo Central Park.

El asunto me interesa especialmente porque -los asiduos del blog igual lo recuerdan- mi casa se encuentra a pocos metros del antiguo aeropuerto, en el barrio de Neukölln, una de las areas directamente afectadas por el cambio. Cuando llegué aquí en diciembre de 2008, corrían rumores de que el metro cuadrado en Neukölln era el más barato de todas las capitales europeas. Igual lo sigue siendo, no lo sé, pero sin duda no por mucho tiempo. Para los que conocen Berlin, aclaro que no me refiero a la zona conocida como Kreuz-Kölln (un poco más al norte, junto al canal), que ya inició su proceso de gentrificación hace años, como extensión natural del bohemio Kreuzberg. El Neukölln del que hablo es el Neukölln-Neukölln y concretamente la zona situada en lo alto de la colina, junto a Hermannstrasse. Por citar algunos indicadores: aquí todavía no existen ni peluquerías modernas, ni tiendas de ropa bonita, ni cafés con wifi. Para tomar una cerveza marchosa casi la única opción es el Syndicat, un bareto de anarquistas anti-fascistas, de madera vieja, con billar, lleno de gente y de humo, abierto hasta tarde. Salvo en la arteria principal la mayoría de las lonjas están desocupadas y muchos pisos también. La población es mitad familias turcas, mitad familias alemanas con sus perros. Hay algunos locales de tufillo neonazi, es cierto, pero el día a día es de lo más apacible, como mucho algunos borrachos que regresan a casa hablando solos. Se sabía que los cambios eran inminentes (ya en diciembre una inmobiliaria compró toda mi calle y otras dos más) pero por lo demás la vida seguía como siempre, subiendo la cuesta en bici para tomar la última en el Syndicat.



Pues bien, he aquí que a esta entrañable aldea gala ha llegado un plan urbanístico. Como corresponde a todo proceso de gentrificación, hay que crear nuevos imaginarios. Por un lado, Neukölln ha empezado a salir en las revistas de ocio como el nuevo foco de la vida nocturna y artística de Berlin (cosa que por supuesto es falsa pero que puede acabar haciéndose realidad a fuerza de repetirla). Por otro, se ha recuperado un viejo nombre para distinguir esta zona del resto de Neukölln aún sin regenerar: Schiller Kiez, que define lo que hasta ahora no es más que un paquete de calles sombrías con un parquecito putrefacto y una iglesa a la que no va nadie. En los últimos meses ya han abierto algunas galerías y estudios de artistas muy low-key, al estilo downtown Manhattan de los primeros ochenta: iniciativas independientes, minoritarias, de perfil económicamente bajo pero culturalmente avanzado. Además, el parquecito putrefacto está en obras, las calles sombrías adornadas de flamantes carteles que dicen Se Alquila.

Aquí también, el papel de la inversión privada es imprescindible (más si cabe que en otras ciudades porque, debido a la peculiar historia de Berlin y los 20 costosos años de reunificación, las arcas municipales están al borde de la quiebra). Sin embargo, a diferencia de otros casos de regeneración urbana, la llamada al capital privado se disimula: el caso de Tempelhof no deja de dividir a la opinión pública y existen otros precedentes (como Media Spree y las aciones de protesta Spree für alle) en los que, debido a la movilización ciudadana, la adminstración ha tenido que dar marcha atrás y devolver el dinero a los inversores. Ahora vuelven con pies de plomo y un lenguaje renovado.



El parque. El grueso de la superficie, toda la parte central, está efectivamente destinada a ser un gran espacio verde que será financiado con un evento megalomaniaco tipo exposición universal pero en este caso, de parques y jardines: el GIA 2017. Hasta entonces no habrá árboles y el uso de las zonas verdes está escrupulosamente clasificado: aquí los perros, aquí las barbacoas, aquí los juegos de balón. Tenemos un parque, ciertamente, pero comparado con los otros parques de Berlin, este es un poco carcelario.

Las zonas residenciales. Los planos publicados por el ayuntamiento de Berlin (como el de arriba) se han diseñado de tal forma que parece que esas zonas de color marrón, que llaman “local neighborhoods” (barrios locales), son las casas de los alrededores, las que ya existen. Pero no. Estos “barrios locales” están fuera del perímetro del parque futuro pero dentro del actual, justo delante de las viviendas que hasta ahora tenían vistas al parque, que dejarán de tenerlas y pasarán a ser el patio trasero de las nuevas residencias, una especie de Park Avenue berlinés.

Los proyectos pioneros. Así se llama a las iniciativas de explotación del espacio de Tempelhof. En los paneles del ayuntamiento se explica la importancia del espíritu pionero en todos las transformaciones históricas que ha vivido la urbe y se anima a las personas con ideas emprendedoras a presentarlas para dar forma al Berlin del siglo XXI. En ningún momento se habla de inversión ni de capital privado. Es lo mismo, pero pioneros, desde luego, suena mucho mejor. La zona norte será para usos deportivos y culturales; la zona este para viviendas; la zona oeste para un proyecto que ya tiene nombre y mala pinta: "Science Creates Culture" (file under: 22@ barcelonés, zorrozaurre bilbaíno, etc.).

La terminal. Aquí el ayuntamiento y los inversores se enfrentan a otro escollo: la memoria del nacional-socialismo. De todos los edificios de arquitectura nazi que quedan en Berlin, Tempelhof es el más notorio, por su ubicación despejada y su tamaño monumental. Con la experiencia del puente aéreo en 1948-49, se desnazificó pero pasó a representar la división de Berlin en dos mitades y dos historias. De cualquier ángulo que se mire, Tempelhof es el símbolo de muchos malos recuerdos que la sociedad alemana no ha acabado de digerir. La estrategia pues, consiste en re-escribir su historia como una sucesión de momentos continuados, desde los primeros vuelos a campo abierto a principios del siglo XX hasta los nuevos usos programados en la actualidad. El Tercer Reich y la división son unos momentos más de la historia de Templehof, pero no los más relevantes.

Continuará (sin duda).

Mis fotos de Tempelhof.

Otros posts sobre Tempelhof:
Tempelhof auf vidersehen
Do you remember West Germany?

Otros posts sobre Berlin, su historia y arquitectura:
Fantasmas de Berlin I. La arquitectura posnacional
Fantasmas de Berlin II. ¿Qué estás mirando? ¿Nunca has visto un muro? (graffiti en el Muro de Berlin)

Blog Motel #2 Los pelirrojos y los demás

Como aún no se ha inventado el retwitt para los textos de más de 140 caracteres, copio y pego a la antigua usanza el artículo que firman Felipe G. Gil y Joan Carles Martorell en EMBED a propósito del famoso vídeo de M.I.A.



Las trincheras dialécticas
Felipe G. Gil, Joan Carles Martorell

Sobre el videoclip "Born Free" de M.I.A. realizado por Romain Gavras, que ha provocado una interesante conversación en redes sociales y cafeterías.

Son las 14:50h. Estás a punto de terminar tu jornada laboral. Alguien cuelga en tu muro de Facebook el último vídeo de M.I.A. "Born Free", dirigido por Romain Gavras. Durante la mañana has escuchado algo de que lo han retirado de Youtube. «¿Te gusta?» Es una pregunta aparentemente simple, pero se repite con mucha frecuencia. Sales de una obra de teatro y te preguntan: «¿Te ha gustado?» Sales de una película y dices: «No sé si me ha gustado». Escuchas una canción y piensas: «¿Me gusta?».

El caso es que hoy te proponemos un juego. Olvídate de esa pregunta. Busca un momento tranquilo del día, que al menos puedas dedicarle tiempo en exclusiva. Examina el videoclip como si fueras un científico buscando patrones de comportamiento en un experimento. Y a continuación trata de leer de forma desprejuiciada.


Ver en Vimeo

¿Qué nos cuenta "Born Free"? ¿Qué connotaciones filosóficas tiene el título de la canción? ¿Por qué la policía, que luce claramente la bandera americana, es multirracial? ¿Por qué la policía aporrea despiadadamente solo a los gordos cuando entra en el edificio y sin embargo no los detiene? ¿Quiénes son los pelirrojos? ¿Es el pelirrojo cualquier mexicano que vive en Estados Unidos? ¿Es el pelirrojo un iraquí, un afgano o un cubano cualquiera? ¿Son judíos disfrazados de palestinos? ¿Por qué ningún pelirrojo está gordo? Es más, ¿por qué todos los pelirrojos en el vídeo son tan estilizados y tienen cara de no haber roto un plato? ¿Resulta cómica la imagen de los pelirrojos con palestinas cubriendo su cara? ¿Hay algún pelirrojo entre los policías? ¿A qué se refieren las pintadas en la paredes que rezan "Nuestro día llegará"? ¿Es en relación al alzamiento de los pelirrojos? ¿Quiere decir que "el día hoy" es de los americanos y los pelirrojos se lo pretenden arrebatar? ¿Te recuerda en algo este "Born Free" a "Avatar"?

¿Por qué la realización es cámara al hombro? ¿Qué connontación aporta la estética de "reportero de guerra" o reality-show? ¿Por qué el final del vídeo se recrea explícitamente, a cámara lenta, con un cuerpo explotando? ¿Hemos visto estas mismas imágenes en otro lugar o momento? ¿Ha perdido Romain Gavras la sutileza de su padre? ¿O simplemente es un realizador de su tiempo? ¿Estaba previsto que Youtube iba a censurar el vídeo? ¿Por qué es noticia que Youtube censure un vídeo? ¿Es importante que no pueda verse en Youtube si de todas formas va a poder verse en otras plataformas? ¿Forma parte de las reglas del juego que Youtube tenga potestad en decidir qué vídeos alberga y cuáles no, en función de sus "condiciones de uso"? ¿Leemos los contratos cuando aceptamos usar una red social? ¿Google es el gran hermano? ¿Qué marcas están dispuestas hoy a involucrarse en contenidos políticamente incorrectos? ¿Y con contenidos ambiguos? ¿Este vídeo es apto para todos los públicos? ¿Qué le diríamos a un niño si lo viera?

¿Es M.I.A. una activista musical? ¿Una artista muy bien asesorada? ¿El hecho de haber participado en la banda sonora del film "Slumdog Millionaire" le da o le quita credibilidad? ¿Es "Born Free" una proclama antisegregacionista? ¿Es un canto al «ojo por ojo»? ¿Está M.I.A. politizada o aparentemente politizada? ¿Es M.I.A. una artista multidisciplinar que bebe influencias de sus orígenes multiculturales? ¿Lo que hace es merecedor de haberle negado en alguna ocasión su entrada en los Estados Unidos? ¿Puede la música ser comercializada y seguir siendo coherente políticamente? ¿Es M.I.A. un ejemplo de un tipo de éxito que podríamos llamar «anti-american way of life»?

¿Está la ultraviolencia sobrevalorada como recurso estético? ¿Es ético o cínico vender a través de la violencia? ¿Es la estética ultraviolenta y antibelicista un camino fácil? ¿O difícil? ¿Es inteligente seguir ahondando en el estereotipo de buenos y malos, oprimidos y opresores? ¿Qué se supone que tenemos que sentir cuando la policía le pega un tiro en la cabeza al niño angelical e inocente? ¿Es la violencia el único camino que queda para ciertos conflictos? ¿Es ingenuo y utópico pensar en una sociedad sin guerras? ¿Son los conflictos un reflejo de lo que somos? ¿Es el antibelecisimo un camino mesiánico? ¿O es una postura irrenunciable? ¿Cuál es la peor de las violencias? ¿Quién y por qué es un terrorista? ¿Está justificado matar a otra persona en algún caso?

¿Se pueden enunciar preguntas sin que parezca que estás en un bando u otro? ¿Podemos construir una idea del vídeo sin basarnos en el "Me gusta" de Facebook? ¿Se puede vivir en el pensamiento complejo? ¿Podemos salir de nuestras trincheras dialécticas?