Qué mejor que el verano para volver a los clásicos (juas-juas) y qué mejor clásico que una buena dosis de viejo agit-prop (juas-juas requete-juas). Lo de abajo es la portada de
“Motherfuckers! De los veranos del amor al amor armado” editado por
La Felguera en su colección Memorias del Subsuelo, que he comprado en uno de los puestos de libreros anarquistas que ponen en la plaza Tirso de Molina los domingos en Madrid.
Contiene:
- Una introducción de Servando Rocha sobre las vanguardias anti-arte y los movimientos de acción directa en la Norteamérica de finales de los sesenta que constituyen el caldo de cultivo del que surgen el periódico
Black Mask (a no confundir con otro del mismo nombre editado en los años 20), el grupo de acción directa The Family (a no confundir con la de Manson) y finalmente los Motherfuckers (o más precisamente
UAWM: Up Against the Wall Motherfuckers!, frase tomada de un verso de “Black People!” de Leroi Jones);
- Un texto actual de los hermanos Wise, miembros de la célula británica
King Mob, sobre su conexión con la escena contracultural europea y estadounidense;
- Una entrevista al cabecilla del movimiento Motherfucker,
Ben Morea, realizada en 2006 tras varias décadas desaparecido, donde repasa la génesis del grupo, su relación con la generación beat, la izquierda radical norteamericana del SDS (cuya escisión daría lugar a la famosa “primera guerrilla urbana blanca y de clase media”
The Weathermen) o la Internacional Situacionista (que expulsó a varios de sus miembros anglosajones por su apoyo a Morea) y algunas de sus acciones más notorias como: el cierre del MOMA, su papel en la ocupación de la Universidad de Columbia, el intercambio de “basura por basura” en el Lincoln Center de Nueva York, el simulacro de asesinato al poeta Ken Koach o el manifiesto en favor de
Valerie Solanas (autora del SCUM Manifesto y del disparo al Rey del Pop Art aka su Majestad Andy Warhol);
- Todos los textos y algunas ilustraciones de los 10 números de Black Mask, aparecido entre 1966 y 1968;
- Algunos manifiestos Motherfuckers publicados en el periódico
The Rat durante 1968;
- Y bastantes imágenes, como ilustraciones de fliers de la época o la foto policial de un jovencísimo y bellísimo Frank Sinatra detenido por adulterio en 1938.
Es una obra de documentación (y generosa), que recupera muchísimos materiales que de otro modo se estarían pudriendo en el desván de la madre de alguno de ellos (porque casi todos son
ellos, y las madres son las que mejor guardan la memoria, también la de los radicales). Aunque incluye algunas explicaciones imprescindibles para comprender el contexto, no se trata de un ensayo de análisis o crítica cultural. Y es lo correcto, porque de lo contrario no estaría publicado por La Felguera (continuadores del espíritu de aquél tiempo y, como es natural, reacios a su recuperación simplona; que no es que no exista pero no serán ellos quienes la hagan), lo que equivale a decir que no estaría publicado en absoluto.
El hilo conductor de lo que se cuenta en el libro hay que buscarlo fuera de él, en obras como -y aquí me lanzo temeraria al fango de la narración de la contracultura, tiradme piedras si os parece necesario- las fundamentales
“El asalto a la cultura. Corrientes utópicas desde el letrismo a class war” de Stewart Home o
“Rastros de Carmin. Una historia secreta del siglo XX” de Greil Marcus. Si te pone el tema puedes también consultar el blog colectivo que hicimos en el
taller de mitologías, vanguardias y activismo durante el festival Zemos en 2008 que, está mal que lo diga yo, pero viéndolo ahora me parece que contiene una base de recursos brutal sobre punk y situacionismo deconstruido.
Pues ala, primero a leer y después a quemar contenedores; no al revés que se corre el riesgo de repetir la de
Lucien Lacombe que quería meterse al maquis para darle marcha al cuerpo y acabó en la policía nazi de Vichy persiguiendo disidentes. El próximo post se lo dedico a la
Gauche Divine, lo juro.