El No como estrategia

Hace un par de semanas tuve una experiencia desagradable y significativa. En primer lugar se publicó en el blog de Innobasque un texto de Ricardo Antón sobre el evento Bizkaia Creaktiva que se había celebrado en Bilbao unos días antes (el típico evento sobre la creatividad como nuevo motor económico para sectores industriales en crisis de liquidez, ideas y energía; un evento que por otra parte estaba recibiendo muchas críticas off-the-record por parte de personas con puntos de vista y posiciones distintas pero muy pocas en espacio públicos como Internet. El post que escribí al respecto en su día iba en esa linea de crítica; el de Ricardo, aunque más respetuoso, también). En segundo lugar, se abrió una ronda de comentarios que inició Asier Perez de Funky Projects sin pelos en la lengua, disparando a las piernas. A partir de ahí, como era de esperar, la conversación continuó en el tono dialogante que es marca de la casa Innobasque hasta que apareció en escena una tal Belinda bastante cabreada por el post en cuestión. Bocazas como siempre, entré al trapo enseguida y, tras un par de comentarios subidos de tono entre ella y yo y otro más que me calificaba de troll, Julen, el moderador del blog decidió cerrar los comentarios. Los abrió unas horas más tarde, como si nada, pero la advertencia ya estaba hecha. Hace unos días han publicado un post sobre la política de comentarios, supongo que a modo de justificación, echando mano de los santos padres de la net-etiquette y toda la blogosfera española, sus majestades los Microsiervos.

Realmente que me llamaran troll me da igual (aunque es muy discutible que lo sea yo pero no Belinda, o que el pistoletazo de salida desde Funky Projects no hubiera ya sentado un precedente macarra en lo que a tono de refiere). Se trataba sólo de callarme la boca. Y hay que decir que tienen toda la razón. En las conversaciones de caballeros -las que dirigen el mundo- el código de conducta exige ser moderado, consensual, negociador. Buscar los puntos de acuerdo y nunca los de desacuerdo, apartar el conflicto en pos de "lo que nos une", aunque esto sea una ficción, un lugar indefinido y en equilibrio inestable en el que el dialogo de sordos se impone al intercambio de verdad.

Enterrados entre tanta corrección (política), había sin embargo algunos comentarios que hablaban de lo que realmente importa en un contexto como ese: el desencuentro. Rescato el de Rubén de YProductions que lo explica muy bien:
Los campos de negociación entre una forma de entender la sociedad y la otra son limitadas. De hecho estamos frente a una lucha política, frente a formas de concebir el mundo y su naturaleza casi enfrentadas.

Cortesía de Hugh McLeod

Decía la filósofa Marina Grzinic en una conferencia que lo característico del capitalismo neoliberal es favorecer la confusión para imponer algo que se parece al consenso. Diluir la percepción de la diferencia (que no la diferencia misma), matar la conflictividad, hacernos creer que tenemos un plan de viaje compartido. Que es de nuestro interés colaborar con el modelo de mundo que nos proponen desde, por ejemplo, una asociación de empresas y multinacionales como Innobasque. Que si ellos ganan, ganamos todos. El One World, One Dream de las olimpiadas chinas. Decía Grzinic que es hora de recuperar el conflicto y que esto empieza por dejar muy claras las posturas de cada cuál. Volver a trazar lineas de demarcación. Aprender a decir "esto no me gusta", "yo no soy tú y hablo desde otro lugar" y decirlo alto y de frente. No se trata de volver a los discursos setenteros, que ya no nos valen, pero si queremos encontrar nuevos lenguajes de intercambio (y de entendimiento) tenemos que empezar por aceptar que el conflicto existe. Que ese sea el punto de partida para el diálogo, y no una especie de consenso precario en el que, si piensas que no pero te callas, tienes todas las de perder.

Slavoj Žižek, otro filósofo esloveno como Grzinic, apunta en la misma dirección en su obra "En defensa de la intolerancia" (y copio extractos del blog solodelibros):
Ante la progresiva economización de la política —regida por los grandes imperios empresariales—, es necesaria una actitud disconforme, politizante, que defienda desde posiciones de izquierdas una visión alejada del multiculturalismo inocuo y anestesiante que se impone desde el ejercicio tolerante del poder (...).

El capitalismo feroz, que ha evolucionado hasta convertirse en un mecanismo que aglutina a cualquier otro sistema, no permite que especulaciones de índole política (no digamos ya humanista, siquiera moral) pongan en cuestión la idoneidad de su funcionamiento. Las tradicionales divisiones entre derecha e izquierda, conservadores y progresistas, pierden valor ante un régimen que diluye las diferencias en favor de una igualdad que unifique a todos bajo un aparente velo de felicidad y progreso. De ahí que el multiculturalismo, el liberalismo tolerante que se favorece (casi se impone) desde las tribunas, no sea más que una fachada que sólo tiene como fin aunar a todo el género humano; una masa de seres que perciben sus distinciones como una mera desviación (...).

He aquí la verdadera política: ese momento en el que una reivindicación específica no es simplemente un elemento en la negociación de intereses sino que apunta a algo más y empieza a funcionar como condensación metafórica de la completa reestructuración de todo el espacio social (...).

Esto ha dado lugar a lo que Žižek llama post-política: un sistema en el que las diferencias entre visiones políticas enfrentadas (más o menos tradicionales) queda sustituido por una alianza entre «tecnócratas ilustrados» y «liberales multiculturalistas». La política deja de ser el arte de lo imposible (cambiar los parámetros de lo comúnmente aceptado) para transformarse en el arte de lo posible, de lo que funciona: esto es, de lo que genera beneficios.
Actualización del debate: nuevo post en el blog de Innobasque, "Conflicto y dolor en la innovación".

13 comentarios:

    mmm... parece que voy a ser el primero en decirte que no a esta entrada! ;)

    bueno, voy a perder la oportunidad porque estoy bastante de acuerdo con lo que comentas. sí creo, no obstante, que se pueden mezclar otros aspectos (p. ej. y con referencia a tu encuentro con belinda, creo que tenemos problemas "pragmáticos" en las discusiones en los comentarios de blogs, que es un contexto nuevo, sin un cara a cara real y que parece que nos da problemas a todxs).

    en cuanto a lo demás, yo lo veo dentro de la tendencia general a la simplificación en la que vivimos. si todo es simple, blanco o negro, rico o pobre, bueno o malo... ¿cómo se va a aceptar la discrepancia sincera? la discrepancia de ideas no se valora porque lo irreconciliablemente distinto se considera también imposible de combinar.

    cada vez me parece más urgente una reivindicación de lo complejo, del pensamiento con aristas y de las ideas matizables.


    un saludo,

     

    Me encanta lo que has escrito, María. plas plas plas plas. Vas a delicious directamente.

    "Julen, el moderador del blog decidió cerrar los comentarios."
    Creo que fue un error por mi parte. Punto pelota.

    "Los abrió unas horas más tarde, como si nada, pero la advertencia ya estaba hecha."
    Patinas, los abrí tras una conversación con Ricardo, quien era el autor de la entrada. Me pareció lógico considerar, sobre todo, la opinión de quien había escrito el artículo. Creo que "como si nada" no procede, María. La "advertencia" es interpretación: libertad para elegir, hasta donde podamos.

    "Hace unos días han publicado un post sobre la política de comentarios, supongo que a modo de justificación, echando mano de los santos padres de la net-etiquette y toda la blogosfera española, sus majestades los Microsiervos."
    Coger una u otra referencia me da lo mismo que lo mismo me da. En mi caso, no tengo publicadas políticas de comentarios en ninguno de los sitios en que escribo. Vamos, que podríamos resumir todo el rollo en: "compórtate aquí como lo harías en la vida normal". Esto no obvia para que, como has entrado en una determinada casa, te echen con una patada en el culo si generas conflicto chungo (desde su punto de vista). Pero me gusta mucho tu punto de vista. Escribiré otro artículo a partir de este post y ¡allá vamos!, a la discusión hasta el tuétano.

    Conste que, dicho todo lo cual, criticarse sobre la base de actos es toda una base para avanzar. Hacerlo sobre la base de simples descalificaciones personales generalistas suele conducir a la miseria humana. Que haberla, hayla, pero que tampoco vamos a darle protagonismo en el escaparate, ¿no?

     

    hola Paul, si si si. Lo de la complejidad es una lucha. Es dificl hacerle la competencia al videoclip, al anuncio. La maldita cultura de la velocidad esta es una cosa muy chunga. "Cuentamelo en dos minutos". Para los matices hay que tomarse tiempo y no lo tenemos (no lo queremos tener).
    Y lo de los comentarios de los blogs es cierto, si. ¿Y qué hacemos? ¿Los sustituimos por videochats? ;-) Tambien tiene su magia tener que contentarse solo con la palabra... Supongo que tenemos que hacer un esfuerzo por hacernos comprender mejor...

     

    Me parece que me he perdido un buen ejercicio de dialéctica...

    Independientemente de mi opinión (no tengo juicios fundados suficientes como para volcarla sobre el asunto), he disfrutado MUCHO de la lectura de tu entrada.

    Pero hay un matiz a la forma en cómo la cierras: la política nunca (creo) ha sido el arte de lo imposible.

    Ese sitio ha estado reservado para la revolución, la religión, el arte, la filosofía, la ciencia... o quizá hasta la tecnología. Pero... ¿la política ocupándose de lo imposible? Debo haber perdido la semántica de mi castellano...

    Ahora enlazaré para ver si me entero del conflicto... ;-)

    En lo que coincido por completo es en tu respuesta a Paul: mi voto por la palabra.

     

    Bueno... ya me he pasado por el blog de Innobasque.

    Pues... creo que Julen hizo bien. Sin más. Y sí... entraste al trapo cuando era innecesario, en mi opinión (espero que no te enfades: también es mi problema con frecuencia).

    Sí tengo algo que decir... y ya no aporta mucho en la discusión original, así que ahí va.

    Yo también trabajo en empresa, incluso en empresón puedo admitir. Me da que son mundos tan distintos que no pueden entenderse, sin más. O no hoy.

    Es posible que el modelo capitalista que hemos conocido se esté derrumbando (comienzo a pensar que no), pero también me parece que... aún no hay otro.

    Sólo hay islas inconexas, desorganizadas y sin una visión creativa compartida: solo tienen intereses comunes y la visión que comparten es más bien la visión crítica.

    Y además, como se relacionan fuertemente y se auto-refuerzan con las restantes islas, tampoco tienen una perspectiva sistémica del universo que forman los adelantados, los frikis, los conservadores, los acomodados... la gran masa silenciosa (que es enorme) y los pastores de rebaños (honestos pastores, muchos de ellos, porque hay de todo como en todos los lados).

    Y lo lamento (¿me crees?)... porque disfrutaría MUCHO viviendo conscientemente cambios fundamentales en la noción de trabajo.

    Pero siento que, cuando esto "empiece de verdad", va a suceder todo tan deprisa que pasará por encima de los pioneros, que la sociedad que hoy tenemos les (os) arrollará. Para lo bueno... y para lo malo.

    Y la visión crítica... a volver a empezar. Liviandad. Y a disfrutar de ello.

     

    Que sí que sí: que NO.

     

    Hola Ptqk,
    Me ha gustado leer el post, es cierto que criminalizamos todo lo que genera conflicto, el buen rollismo nos ha invadido, como lo políticamente correcto, aceptable, defenestramos las palabrotas y las tetas de Janet Jackson. Caminamos hacia la mediocre igualdad, la tolerancia, la seguridad.
    Que miedo me dan estos conceptos!!

    En la línea.., identificar como troll a la persona que expresa ideas diferentes, que contrapone sus valores, es una equivocación, como cerrar el debate es otra mala señal, proteccionista hacia todo lo que se sale del discurso "aceptable".

    Jesús echo del templo a los mercaderes, (desde el principio me ha venido esta imagen), hay que sacar la mala leche cuando es necesario y unos buenos juramentos, que son liberadores.

    Bizkaia Creaktiva se ha configurado como un evento acaparador de toda actividad artística, artesana, contemporánea..una gran feria donde cabe de todo. Si no estás, no eres creaktivo, te conviertes en una persona pasiva, y te salen pelos en las orejas.
    Buscan el monopolio de las iniciativas en todos los campos, ser centro neurálgico de las tendencias, intermediaros de mercancías, enumero: vídeo, cine, música, fotografía, creación audiovisual, artes escénicas, videojuegos, publicaciones electrónicas y en formato software, radio y TV, publicidad, comercio de arte y antigüedades, actividades artesanales, diseño gráfico e industrial, diseño de moda, etc.
    El etc es por si dejaban algo.

    Calificada por como "sencilla y bonita iniciativa" amenaza con evolucionar, arrollándonos, fagocitando cualquier cosa que caiga en sus fauces.
    Dolor!

    saludos
    i.

     

    hallo ynex :-DDD si, pelos en la orejas como a los monstruos (como a los trolls). yo tambien estoy echando en falta un poco mas de mala leche desde el corazón, gran organo de pensar.

    lo que cuentas sobre la fagocitación es lo que dice tambien mak aqui: http://makgregory.blogspirit.com/archive/2009/05/04/el-sistema-esferico-de-la-innovaci%C3%B3n-en-el-pa%C3%ADs-vasco.htmlen el fondo el problema, creo, es pensar que se puede implantar la innovación a golpe de planificación, construir "clustes creativos" como Franco construía pantanos. es un cambio cultural, lento lento lento. los cambios culturales no se programan (la revolución cultural de Mao es un malisimo ejemplo...). y desde luego es imposible hacerlos sin perder el estatus quo. vaya papelón!

     

    buenas maría, has tocado un tema que considero clave. Mi primera reacción al ver los comentarios al texto de richi fue ir a piñón...me horrorizaba que tu "contertulia" cayera una y otra vez en demonizar cualquier cosa que la cuestionara de raíz. Claro, una pequeña crítica o un "usemos este término en lugar de este otro" pues parece que no molesta, pero si alguien te dice que eres parte del síntoma..ya empieza ese extraño régimen ético que nadie sabe dónde está escrito (y que si lo estuviera, acaso habría que seguirlo?) o las tonterías que se pueden reducir a un "siempre lo estás cuestionando todo?". Me encanta la gente que siempre lo está cuestionando todo, qué problema hay?, acaso soy el demonio por querer tener colegas cerca que reflexionan continuamente?. Encima existe este fundamentalismo formalista de gente que se exalta porque cuestionas lo que hace.

    El tema es que no creo que no todo el mundo comparte preceptos como 1) no tenemos porqué estar de acuerdo y 2) puede darse que precisamente lo que yo defiendo pase por cuestionarte, y yo me pregunto...¿qué es sino tomar una posición política?

     

    Hola Ruben.

    Fijate tú, la palabra "política" es el centro del desacuerdo. Es una conversación que ya he tenido otras veces con Julen. Desde Innobasque -y en general desde ese tipo de entornos- no quieren aceptar la dimensión política de lo que hacen. Por eso quizás nos encontramos con argumentos como "pero si es sólo una inocente y bonita iniciativa"... que a mí me ponen la vena a tope. Creo que si desplazaramos el debate hacia ahí lo haríamos más real, más complejo, más ambicioso.

     

    Completamente de acuerdo. Cuando alguien diseña un programario sin atender a la dirección que toma políticamente está naturalizando sus contenidos y pensando que el modelo que defiende es "lo normal" o "lo deseable". Es entonces cuando esa "inocente y bonita iniciativa" se convierte en IDEOLOGÍA.

     
    On 5/19/2009 8:10 p. m. Anónimo dijo...

    Pues yo creo que el troll era Belinda..

     

    :-D yo ya no me atrevo a llamar troll a nadie pero desde luego que mala ostia, a raudales la tía. :-D :-D