Be creative under-class! Mitos, paradojas y estrategias de la economía del talento
viernes, mayo 15, 2009 by ptqk
Con tanto post sobre economía creativa, y tanta bronca, mi blog estaba pidiendo a gritos un nuevo Open Folder (esos banners que aparecen en el sidebar que parecen portadas de libros pero no lo son pero así me los imagino). La nueva criatura se llama "Creative Economy for the underground" y obedece a la imperiosa necesidad de recopilar materiales que narran la historia de la economía de la creatividad desde otro punto de vista, que ya va siendo hora.
El dibujo es de I have no cubicle, una serie de dibujos muy divertida de una creativa encerrada en una oficina.
Aunque ya hay bastantes materiales, lo estreno con un texto encargado por YProductions y que se acaba de publicar en su biblioteca. Esta es la intro. Para leerlo entero, si us plau, recondúcete a la site de ellos.
El dibujo es de I have no cubicle, una serie de dibujos muy divertida de una creativa encerrada en una oficina.
Aunque ya hay bastantes materiales, lo estreno con un texto encargado por YProductions y que se acaba de publicar en su biblioteca. Esta es la intro. Para leerlo entero, si us plau, recondúcete a la site de ellos.
Be creative under-class! Mitos, paradojas y estrategias de la economía del talento
La economía de la creatividad es uno de los hypes del momento. A primera vista, aparece como un proceso histórico natural, la consecuencia inevitable de la evolución de la técnica y la industrialización. A medida que éstas avanzan, a este lado del mundo no nos quedaría más remedio que especializarnos en aquello que las máquinas (aún) no pueden hacer: pensar, conceptualizar, imaginar y en definitiva, gestionar la producción y el intercambio de intangibles. Es el discurso ya conocido sobre el agotamiento del modelo industrial y la mutación del capitalismo. Pero estos cambios profundos en la forma de producir riqueza, aunque son reales, se han acompañado también de un proceso paralelo, de orden discursivo. Para hacerse efectiva, la nueva economía de lo inmaterial ha necesitado explicarse a sí misma. Buscarse un nombre -y aún está en ello: economía del talento, capitalismo cultural, semiótico o informacional, la terminología es amplia y sugerente- y rodearse de un entramado de narraciones. Relatos más o menos mitificadores que hablan de causas, ciclos, oportunidades y protagonistas, que cohesionan en un proyecto aparentemente compartido y proporcionan una hoja de ruta para hacer frente a la incertidumbre. La creatividad, en todas sus declinaciones, funciona como uno de estos mitos.
Pionero en este proceso fue el gobierno británico New Labour de Tony Blair en 1997, el primero en acuñar el término industrias creativas con su doble movimiento de economización de la cultura y culturalización de la economía. El artefacto Cool Britannia, que vemos ahora replicado en tantas políticas públicas en España, desplegó dos acciones coordinadas. Por un lado, la re-definición de lo que entonces aún se conocía como industrias culturales y de servicios: cine, televisión, radio, edición, música, arte, artes escénicas, antigüedades, artesanía, vídeo, videojuegos, arquitectura, moda, desarrollo de software, servicios informáticos y diseño. Por otro, la puesta en marcha de “una potente campaña pública para persuadir al mundo de que el país que Napoleón despreciaba como una nación de tenderos se había convertido en un país de artistas y diseñadores”.
Más de una década después del boom de las industrias creativas, asistimos ahora a la puesta en escena de un segundo discurso mitificador. Ya no se trata solamente de promover determinados sectores productivos sino de entender cuál es la esencia del trabajo creativo y avalarlo como el modelo profesional de la nueva economía del talento. Desde el new management el mensaje es simple. Para hacer realidad el cambio de modelo es necesario comprender y teorizar esa nueva forma productiva y, a partir de ella, impulsar una amplia cultura de la creatividad que impregne todos los niveles de la actividad económica y se interiorice socialmente como la nueva cultura del trabajo contemporáneo. El brave new world of work que diría Ulrich Beck.
[Seguir leyendo: descárgate el PDF]
HOLA.
Felicitaciones por el blog, está súper entretenido e interesante. Haber si me hechas una mano y me agregas a tus amigos para difundirme un poco más :).
Por otro lado te escribo en esta entrada de Economía creativa porque justamente me encuentro investigando y trabajando en un proyecto relacionado con dicho tema. Sumado a la representación virtual.
Está demás decir que ya estás en mi lista de blogs; y lo último. Quisiera saber si puedes mandarme toda la información que tengas sobre economía creativa.
Mi Mail: pablogenovese@live.cl
graciasss
adiossss*/*/*/*
Muchas gracias
Creo que usted ha centrado muy bien la cuestión.
HOla Maria
yo lo que no termino de comprender bien es toda esa insitencia en la idea del 'creativo' como si la creatividad fuera una cosa que acaba de nacer y que solo ahora se esta explotando.
Pienso que todas las soluciones de la ingenieria, arquitectura, filosofía, sistemas de comunicación, organizaciones sociales y políticas, etc no han sido más que fruto de la creatividad y por tanto, de creativos/as.
¿no te parece que el hecho de insistir tanto en el perfil del creativo es un poco ideologico?
Saludos
Aitor
Totalmente de acuerdo.
Hola Pablo, en el PDF tienes un montón de referencias para ir tirando del hilo. Tambien en la biblioteca de YP. Muy recomendable el libro del Institute of Network Cultures.
Toda la Razón
Ya encontré bastante!!
Si tienes un tiempito visita mi blog :)
saludoss y gracias*/*/
Totalmente de acuerdo también, nada de esto es nuevo…, pero es tan difícil encontrar un nuevo modelo sistémico que funcione que los gobernadores no saben ya a qué agarrarse…, curiosamente sobre crisis y sistema esta semana estoy asistiendo a algunas conferencias en el Reina Sofía, ya les contaré si el tema de la creatividad también se aborda..., Celestino.