Ted Nelson en su casa. La foto es del New York Times

Dice Wired que la suya es “la señal de humo más larga de la historia de la industria de la computación”. Bueno, la suya no. En realidad la de Xanadu, el primer proyecto de hipertexto que fundó en 1960 y que podía haber cambiado Internet tal y como lo conocemos. Se queja mucho, pero Ted Nelson tiene la enorme suerte de ser el outsider por antonomasia de la historia de Internet, la cara B de la versión californiana encarnada por Tim Berners-Lee, el inventor de la World Wide Web en su diseño actual. Esa otra historia de Internet, Nelson la revisa, con chismes e irónica amargura, en su último libro, “Geeks Bearing Gifts: How the Computer World Got This Way" editado por él mismo a través de Lulu.com.
My prediction for the future - This is going to be one of the most important, and potentially one of the most influential, computing books ever. Wendy Hall, president of the Association for Computing Machinery. The world society of Computer Scientists.
Crecido en el Greenwich Village de New York, hijo de un director de cine y una actriz, Ted Nelson es el papá de palabras tan célebres como hipertexto (y dicen que también de hipermedia, casi nada) y de ideas tan brillantes como la del botón de ir hacia atrás de los navegadores. Para él, la versión actual de la web es una banalización de su diseño original que incorporaba el concepto de link de doble dirección: es decir, que el hiperlink debía apuntar hacia adelante y hacia atrás para proteger “el linaje intelectual de cada documento”.
Today's popular software simulates paper. The World Wide Web (another imitation of paper) trivialises our original hypertext model with one-way ever-breaking links and no management of version or contents"
En su nuevo libro, la portada es para Bill Gates inmortalizado en su faceta más sexy, cuando fue detenido por la policía en 1977:
Esta es quizás la imágen más fascinante y atractiva que tenemos de él, irradia dulzura y confianza en sí mismo. Se puede ver que tiene algo entre manos y los policías no tienen ni idea de lo que es.
Y continúa con Micrososft y Windows, que considera el resultado arbitario de prácticas comerciales pero no de la evolución inevitable de la tecnología.
Durante mucho tiempo me ha alarmado la facilidad con la que se ha aceptado la expresión “computer technology”, suena tan objetivo e inexorable, cuando la mayor parte de la tecnología no es más que un puñado de ideas convertidas en convenciones y paquetes.
Un resumen de los capítulos de “Geeks Bearing Gifts" aquí.
Y para más morbo: “The Curse of Xanadu” publicado por la revista Wired en 1995 (en opinión de Nelson, “una pieza deshonesta y cobarde de sucio periodismo”) y su respuesta.

Feminismo para dummies | Lección 1ª

Documental de Virginie Linhart sobre Simone de Beauvoir (de 2007 con subtítulos en castellano, 50 min aprox.).

También hay otro, de Josée Dayan y Malka Ribowska titulado "Simone de Beauvoir" de 1982. En amazon está la referencia de la edición en VHS. Parece que, a pesar de sus muchos premios, no ha sido reeditado :-(











Cómo son las cosas. Llevo cinco días en Amsterdam reunida con el grupo Mycreativity que desde hace 2 años intenta construir un contradiscurso crítico sobre las industrias creativas. Y paf! Me llega un email sobre Bizkaia Creaktiva I Forum Internacional de Industrias Creativas, que organiza la firma Creativity Zentrum a finales de marzo en Bilbao y que es un ejemplo perfecto de malas prácticas en la gestión de la creatividad.

Bizkaia Creaktiva está dirigido al sector empresarial de la forma más burda y previsible. La economía está cambiando, hay que reaccionar rápido y reorientarla hacia la creación de intangibles. ¿Pero podemos imaginar formas de hacerlo que no se traduzcan en pura y simple acumulación de capital? ¿Que tengan en cuenta que la economía puede ser un factor para el desarrollo colectivo, y que lo necesitamos urgentemente? ¿Somos capaces de aplicar nuestra creatividad para imaginar escenarios de intercambio que vayan más allá de un horizonte condenado a destruirse a sí mismo?

Pero ni siquiera es una cuestión de ética sino de pragmatismo. Estas estrategias simplemente no van a funcionar porque la creatividad no puede industrializarse, ni se pueden conseguir resultados diferentes si no se cambian también los formatos, ni es posible fomentar la economía de la creatividad dando la espalda a quienes la producen.

Nos hemos reido mucho en el grupo con el folleto de Bizkaia Creaktiva. Ninguno de nosotros acudiría a un evento para escuchar a un puñado de consultores hablar de lo que se supone que somos, ninguno se tomaría en serio un acto sobre creatividad que pone al “público general” (es decir, a la creatividad social) a la cola detrás de “instituciones, organizaciones colaboradoras, ponentes e inscritos”, en el que sólo participa una mujer (empatía, diversidad, soft power como ejes del nuevo management ¿os suena?), que es organizado por una empresa que añade un signo de copyright en el programa (¿qué idea están registrando? ¿la de organizar un evento? ¿la lista de invitados? ¿el nombre de la conferencia?), que se cierra con un cóctel que seguramente costará lo que cualquiera de nosotros gana en un año y en el que sólo podemos participar -nosotros, los susodichos creativos- como oyentes y previo pago de una entrada de 50 euros.

Señores y señoras de la política profesional: están siendo ustedes engañados.


Mañana me voy al Winter Camp que organiza el Institute of Network Cultures en Amsterdam. Seremos 150 participantes (artistas, teóricos, activistas, productores) de 12 networks (Blender, Bricolabs, Creative Labour, Dyne.org, Edufactory, Floss Manuals, freeDimensional Network, Genderchangers, GOTO10, Microvolunteerism, MyCreativity y Upgrade!). Estaremos juntos durante 5 días en sesiones de grupo (cada uno con el suyo), sesiones plenarias (para debatir temas comunes), comidas y actividades nocturnas. Imposible que no ocurra algo interesante.

Mi grupo es MyCreativity, sobre la crítica a las industrias creativas y mi contribución versará sobre la novia que todo el mundo quiere tener: la innovación. Sobre MyCreativity, para los y las interesadas, esta es la url del evento que celebraron en 2006, aquí los materiales que resultaron (incluido un libro muy recomendable) y aquí la memoria de lo que ocurrió generosamente entregada a la red by YProductions en castellano.

De todas formas, lo más interesante del Winter Camp es posiblemente el trabajo del meta-grupo del propio Institute of Network Cultures que se encarga de acogernos, observarnos y alimentar la teoría/práctica de los organized networks (en cristiano, redes organizadas). La intro del Camp dice así:
Cuando una red se asienta y ya no es tan nueva, puede ser un reto mantener el nivel de actividad. ¿Debería entonces la red transformarse en una red organizada? Organizar una red no significa necesariamente disminuir el nivel de espontaneidad y cambiarla por normas y jerarquías: también puede ser una oportunidad para el intercambio y la producción sostenible de conocimientos. Como dice Ned Rossiter en su su libro “Organized Networks” (2006), los encuentros cara a cara son cruciales “si la red debe mantener el ritmo, revitalizar la energía, consolidar viejas amistades y descubrir otras nuevas, refundir ideas o planear actividades”. El Network Cultures Winter Camp es un medio para esas redes que necesitan apoyo para encontrarse, conspirar, discutir y seguir adelante.
El concepto político de las redes organizadas es claro: inventar nuevas formas institucionales inmanentes a la lógica de las redes. El Camp es una exploración de cómo hacer esto, cómo serían esas instituciones, qué harían, cómo operarían en distintos contextos geopolíticos, cómo se financian, cómo sería su relación con otras instituciones, etc. El meta-grupo tiene por objetivo proporcionar una panorámica de las estrategias de las redes con potencial para las colaboraciones entre-redes. Esta es la dimesión escalada de las redes organizadas: cómo se puede crecer y mantenerse sin caer en la introversión y no sólo inventar e innovar sino también usar las formas de red para implementar cambios a nivel social.
Consciente de lo arduo de la tarea, el meta-grupo se centra en algunos temas concretos y muy realistas, directamente relacionados con la vida diaria de los networks: la redimensión (a lo grande o a lo pequeño), la gestión de los conflictos personales, las colaboraciones entre-redes, los aspectos legales y financieros, la cultura (entendida como filosofía de vida) de los networks, la propiedad intelectual, la tecnología adecuada y la difusión de sus actividades.

No creo que una vez allí tenga tiempo de blogear pero los blogers del Institute for Network Cultures lo harán muy bien en su web, en Twitter (¿y esto qué es?) y en Facebook. Y cómo no esta entrada va directa a la carpeta de activismo digital post-dos-punto-cero.

La imagen es de “The Busy Book" de Ali Mitgutsch (1976) puesta online por pinetree4com.