Día a día en Berlin II
jueves, octubre 23, 2008 by ptqk
Después de 12 días en un hotel regreso a casa. A una casa en la que sólo he vivido una semana antes de marchar. Me encuentro con mis maletas del anterior traslado a medio deshacer y salgo del portal sin saber muy bien dónde estoy. Es como vivir en un mapa en blanco. Casi toda mi atención se centra en escribir sobre él las rutas de las pequeñas rutinas cotidianas (una vez más): dónde está la panadería, el estanco, la estación de metro más cercana. Una frase que leí hace años me da vueltas en la cabeza: home is where my HD is. Pero no exactamente: home is cualquier lugar en el que puedo conectarme a internet y leer mi correo, consultar mi facebook, ver las últimas fotos de mis amigos en flickr, chatear con mis cercanos por skype. Mi casa son mis aplicaciones online: los únicos espacios en los que todo me resulta familiar y reconocible. Supongo que esto una forma de vida cyborg pero en realidad es simplemente supervivencia. No me quejo, me siento muy cómoda en el desarraigo.
Nada más llegar disfruto de los últimos días del festival de documentales Globale. Proyectan algunos trabajos de personas que conozco: “Primero de Mayo (la ciudad-fábrica)” de Marcelo Expósito y “Made in Italy” de Candida TV y Joanne Richardson / DMedia. Nos encontramos con Joanne a la salida, que es amiga de unos amigos de unos amigos y nos pasa un DVD con sus últimas producciones. Entre ellos, “Two or Three things about Activism”, “a counter-documentary about activism in Romania that questions the difference between making a film about politics and making a film polically”. Parece que el tema -lo que significa el audiovisual activista- está en la mente colectiva: la proyección de “Sahara Chronicle” de Ursula Biemann suscita amplias controversias. En el debate posterior a la proyección alguien cuestiona su carácter político y uno de los colaboradores de la Biemann zanja la cuestión: “A mí qué me cuentas. Yo sólo soy un artista”.
Al volver me he encontrado también con varios paquetes en el buzón. Uno es de un amigo y contiene dos libros y una nota genial que dice “Uno porque lo perdiste y el otro porque lo imprimo en el trabajo cuando no mira nadie”. El que perdí es “Homage to Catalunya” de George Orwell que ese mismo amigo me había regalado hace años y yo extravié en un traslado antes de leerlo. Es un clásico de la literaratura sobre la guerra civil española, una crónica desde las milicias anarquistas del frente republicano con las que Orwell comparte varios meses en las trincheras de Aragón y en Barcelona. Como buen inglés se despespera con la falta de disciplina de los españoles y la precariedad de medios con los que los anarquistas se enfrentan a la guerra: sin mapas ni instrucción militar, con fusiles viejos y bombas que estallan antes de ser lanzadas. Pero mucho vino.
El otro paquete es del Institute for Networked Cultures que dirige Geert Lovink desde Amsterdam (que regularmente me envía todas sus publicaciones porque tengo la caradura de pedirselas). La última es “Video Vortex Reader. Responses to You Tube”, una selección de textos críticos sobre el servicio más popular del Gran Hermano Google que está transformando nuestra forma de consumir audiovisual. "The Art of Watching Databases” es el título de la introducción. Supongo que seguiré escribiendo sobre él a medida que lo lea.
Otra de las producciones del Institute for Networked Cultures se presenta este sábado en el festival de cine porno de Berlin: “C'LickMe. The Art and Politics of Netporn. A Netporn Studies Reader”, una de las obras que más me ha inspirado estos últimos meses para comprender el modelo económico de la red. Yo diría que de lectura obligada para los y las interesados en cyberbusiness y antropología digital (obviamente no habla solamente de porno sino de estilos de vida).
Otra de las producciones del Institute for Networked Cultures se presenta este sábado en el festival de cine porno de Berlin: “C'LickMe. The Art and Politics of Netporn. A Netporn Studies Reader”, una de las obras que más me ha inspirado estos últimos meses para comprender el modelo económico de la red. Yo diría que de lectura obligada para los y las interesados en cyberbusiness y antropología digital (obviamente no habla solamente de porno sino de estilos de vida).
Y mientras yo dedico mi tiempo a estas futilidades mi compañero de piso Lilian, que sólo tiene 8 meses, dedica el suyo a algo mucho más emocionante: está aprendiendo a andar. Progresa a una velocidad que parece sobrehumana (aunque evidentemente no lo es). Sus avances en el arte de convertirse en bipedo nos tienen fascinados y marcan el paso de nuestros días.
>> Foto arriba "Performing the Border" by Ursula Biemann.
>> “C'LickMe. The Art and Politics of Netporn. A Netporn Studies Reader”
Animo ptqk , gracias a tus crónicas desde Berlín ,las que sabemos poco de nuevas tecnologías y vivimos el arte casi en solitario , aprendemos mirando por la ventana de tu blog .